Descubre Río Secreto

Personalmente, nunca había entrado en una cueva de estas características y estuve asombrada de su belleza las dos horas que duró esta cuarta y última actividad.

Ya equipados nos fuimos adentrando en la cueva. Esta cueva está totalmente virgen, es decir, que a diferencia de la Ruta Seca, no hay un camino adaptado y llano, si no, que es una ruta un poco más complicada donde tendrás que pasar por lugares estrechos, nadar y tener cuidado por donde pisas.

Tampoco dispone de luz artificial, ya que daña las formaciones. La única luz que hay es la que llevábamos en el casco y la linterna del guía.

Empezamos caminando, observando las increíbles formaciones que se han ido creando durante miles de años, algunas de ellas con figuras asombrosas.

Cuando llegamos a la parte donde había agua, muchas veces te llegaba por la cintura, incluso tenías que nadar, nos pareció aún más increíble. El agua es totalmente cristalina y azul, con el reflejo de las estalactitas y estalactitas, es una estampa que no se nos olvidará nunca.

Después de dos horas de caminata, salimos cansados y con mucha hambre, directos al buffet. Aquí terminamos nuestra experiencia y podemos decir que salimos más que satisfechos. Este lugar es único en el mundo y digno de ver.